Seguidores

sábado, 26 de marzo de 2011

Puta...no

Odio profundamente mi vida actual. Odio a los hombres que se creen que por un puñado de billetes tienen derecho a cualquier cosa, incluso a humillarme.
Si ellos supieran...
Si mi familia supiera a lo que me estoy dedicando para subsistir, se horrorizarían. Aquí estoy paseando mis tacones arriba y abajo en busca de unos billetes que me permitan pagar las facturas.
Hace solo tres meses que llegué a este país con una buena oferta de trabajo y cual fue mi gran desilusión al ver que todo era falso y que encima se habían quedado con mi pasaporte. Primero pensé en denunciar a las autoridades, pero las amenazas y los malos tratos no se hicieron esperar. Me obligan a trabajar tres años para ellos y me darán el pasaporte.
No tengo muchas escapatorias así que aquí estoy esperando a mis clientes.
Solo deseo que mi familia no se entere nunca de esto. Ni mi novio, al que engaño a duras penas y doliéndome el alma, diciéndole que trabajo como modelo de pasarela y que me voy defendiendo en este país.
Le digo cuanto le amo y a decir verdad, cada vez que estoy con un cliente pienso que el es el que me abraza. Me imagino que así no le soy infiel.
Infiel, que palabra más horrible. Jamás le he sido infiel, por muchos hombres que hayan pasado por mi cama.
Solo espero que esto termine pronto y poder volver a casa con mi gente.
Prometo no tener nunca más ansias de triunfo. Me conformaré con lo que antes tenía y ahora tanto añoro.
Quizás me case con mi novio y trabaje en la empresa de papá como hacía antes.
Malditas lágrimas...
-Hola wapa...cuanto?

lunes, 21 de marzo de 2011

Desde el embarcadero


Sentir la lluvia en mi rostro...sus gotas resbalando por mis mejillas disimulaba mis lágrimas. Tenía ganas de gritar.

Teníamos pendiente una cena romántica y tú no dabas señales de vida.
 No sé por que demonios tuviste que salir a navegar con esta tormenta. Me estaba asustando al ver como corría el tiempo en el reloj.

La cena ya hacía dos horas que estaba fría. Yo preferí esperarte en el embarcadero a pesar de la fuerte lluvia... ya que más daba, estaba calada hasta los huesos pero era lo de menos, quería tener el horizonte ante mis ojos por si te veía llegar.
Pero el tiempo me consumía y tú no aparecías. Me estaba volviendo loca.
A lo lejos divisé una pequeña luz...mi corazón se tornó lleno de esperanza. Tal vez me había  preocupado excesivamente y volvías tranquilo a casa.
La luz cada vez se hacía más visible y más grande.
¡OH Dios mío! Era la patrullera. Algo había sucedido.
Cuando llegó al embarcadero lo primero que vi fue tu cara, estabas pálido pero vivo, eso era todo lo que me importaba, por fin.
Bajaste despacio y me abrazaste como nunca antes lo habías hecho.
-¿Que ha pasado amor?
- Vamos a casa estás empapada.
Mientras caminábamos hacia la casa pude notar que cojeaba ligeramente.
-¿Que ha pasado?
-Un golpe de mar partió el barco, por suerte pude pedir ayuda antes de que se hundiera. No dejaba de pensar en ti cariño, tenía miedo de no volver a verte -dijo llorando.
-Tranquilo, estoy aquí a tu lado. Vamos donde la chimenea y sequemos la ropa.
Nos quitamos la ropa mojada y enseguida sentimos el calor del fuego. Nos abrazamos y nos besamos como si nos fuera la vida en ello y cayendo sobre la alfombra nos hicimos el amor hasta quedar exhaustos.

Sonó el timbre de la puerta, me levanté, me puse una bata y fui a abrir.
-Vaya inspector...que le trae por aquí? Pase por favor, que viene empapado.
-Gracias, quisiera hablar con su esposo si puede ser.
Le hice pasar al salón previo aviso a mi marido de que se tapara claro.
-Señor acabo de saber por los de la patrullera que han tenido que socorrerle. Me podría decir cual fue la causa de que saliera a navegar entrada la noche y con esta tormenta?

-Por nada especial...me apetecía dar una vuelta en el barco.
Mirando hacía el otro lado de la estancia, vio que la mesa seguía puesta con las velas casi consumidas del todo.
-Por que viene a mi casa en plena noche y me hace esas preguntas inspector??
-Alguien que faenaba mar adentro vio una embarcación un tanto sospechosa y decidió acercarse con las luces apagadas... a una cierta distancia pudieron ver como un hombre se deshacía de algo que parecía un cuerpo y como desde ayer falta de su casa la hija del cartero.... pues comprenderá que es mi misión investigarlo todo.
-Pero inspector,- dije yo- mi marido no tiene nada que ver con eso. -Mientras decía esa frase sin saber muy bien por que tenía yo que decir eso, le miré y vi en los ojos de mi esposo miedo.
Creo que si estaba ocultando algo. A mi también me había sorprendido aquella salida y el que me hiciera preparar mientras una cena romántica...como para tenerme ocupada quizás.
-Bueno no les molesto más...ya nos veremos señor.
Y dando media vuelta, el inspector se dirigió a la puerta.
Le acompañé, y cuando nos dimos las buenas noches, se me acercó...
-Aquí tiene mi tarjeta...si tiene algo que decirme, no dude en llamarme.

Volví al salón, nos miramos.
-¿Que has hecho? - le dije.
No hubo respuesta alguna, se levantó y dirigiéndose al mueble bar se puso un gintonic.

En ese mismo momento empezaron mis miedos.

lunes, 14 de marzo de 2011

El caos


Un auténtico drama. Tenía tantos proyectos en mente, pero todo se esfumaba en un segundo. 
Lo único que veía a mí alrededor era desolación y muerte. Algunos supervivientes caminaban sin rumbo, sin tener a donde dirigirse. Vi a una mujer mayor con la mirada perdida, sus ojos reflejaban el miedo. Me acerqué para ayudarla y me miró agradecida.
-He perdido a mis nietos - me dijo
-Tranquila, seguro que están bien y que pronto se reunirán con usted.
Un hilo de esperanza se despertaba en ella.
-¿De verdad cree que han sobrevivido a esto?
Asentí con la cabeza sin atreverme a pronunciar palabra.
La llevé al pabellón donde estaban todos los demás afortunados que no habían perdido la vida. Me despedí de ella con un abrazo para transmitirle un poco de calidez humana, a continuación salí de nuevo para ayudar a más gente que estaban en la misma situación.
Ver aquel panorama era completamente dantesco. Muerte, destrucción, desolación...
No iba a ser fácil reconstruir todo lo que se había derrumbado, pero mucho más difícil sería reconstruir el corazón de tantas personas que dejaban debajo de aquellos escombros a sus seres queridos, padres, hijos, hermanos... eran tantos los muertos.

miércoles, 9 de marzo de 2011

No es fácil

Desnudar el alma no es fácil. 
Sentir como el peso de una amistad se ha aligerado del todo, duele. 
Tratar de sobrellevar dignamente ciertos dolores, es complicado.
Perdonar a quién te hace daño, es difícil.
Entender por que te hacen daño, es imposible.
Con lo que cuesta quitarse la coraza y cuando vas y lo consigues...zasss, vuelta a empezar.
Desnudar el alma no es fácil.