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lunes, 21 de marzo de 2011

Desde el embarcadero


Sentir la lluvia en mi rostro...sus gotas resbalando por mis mejillas disimulaba mis lágrimas. Tenía ganas de gritar.

Teníamos pendiente una cena romántica y tú no dabas señales de vida.
 No sé por que demonios tuviste que salir a navegar con esta tormenta. Me estaba asustando al ver como corría el tiempo en el reloj.

La cena ya hacía dos horas que estaba fría. Yo preferí esperarte en el embarcadero a pesar de la fuerte lluvia... ya que más daba, estaba calada hasta los huesos pero era lo de menos, quería tener el horizonte ante mis ojos por si te veía llegar.
Pero el tiempo me consumía y tú no aparecías. Me estaba volviendo loca.
A lo lejos divisé una pequeña luz...mi corazón se tornó lleno de esperanza. Tal vez me había  preocupado excesivamente y volvías tranquilo a casa.
La luz cada vez se hacía más visible y más grande.
¡OH Dios mío! Era la patrullera. Algo había sucedido.
Cuando llegó al embarcadero lo primero que vi fue tu cara, estabas pálido pero vivo, eso era todo lo que me importaba, por fin.
Bajaste despacio y me abrazaste como nunca antes lo habías hecho.
-¿Que ha pasado amor?
- Vamos a casa estás empapada.
Mientras caminábamos hacia la casa pude notar que cojeaba ligeramente.
-¿Que ha pasado?
-Un golpe de mar partió el barco, por suerte pude pedir ayuda antes de que se hundiera. No dejaba de pensar en ti cariño, tenía miedo de no volver a verte -dijo llorando.
-Tranquilo, estoy aquí a tu lado. Vamos donde la chimenea y sequemos la ropa.
Nos quitamos la ropa mojada y enseguida sentimos el calor del fuego. Nos abrazamos y nos besamos como si nos fuera la vida en ello y cayendo sobre la alfombra nos hicimos el amor hasta quedar exhaustos.

Sonó el timbre de la puerta, me levanté, me puse una bata y fui a abrir.
-Vaya inspector...que le trae por aquí? Pase por favor, que viene empapado.
-Gracias, quisiera hablar con su esposo si puede ser.
Le hice pasar al salón previo aviso a mi marido de que se tapara claro.
-Señor acabo de saber por los de la patrullera que han tenido que socorrerle. Me podría decir cual fue la causa de que saliera a navegar entrada la noche y con esta tormenta?

-Por nada especial...me apetecía dar una vuelta en el barco.
Mirando hacía el otro lado de la estancia, vio que la mesa seguía puesta con las velas casi consumidas del todo.
-Por que viene a mi casa en plena noche y me hace esas preguntas inspector??
-Alguien que faenaba mar adentro vio una embarcación un tanto sospechosa y decidió acercarse con las luces apagadas... a una cierta distancia pudieron ver como un hombre se deshacía de algo que parecía un cuerpo y como desde ayer falta de su casa la hija del cartero.... pues comprenderá que es mi misión investigarlo todo.
-Pero inspector,- dije yo- mi marido no tiene nada que ver con eso. -Mientras decía esa frase sin saber muy bien por que tenía yo que decir eso, le miré y vi en los ojos de mi esposo miedo.
Creo que si estaba ocultando algo. A mi también me había sorprendido aquella salida y el que me hiciera preparar mientras una cena romántica...como para tenerme ocupada quizás.
-Bueno no les molesto más...ya nos veremos señor.
Y dando media vuelta, el inspector se dirigió a la puerta.
Le acompañé, y cuando nos dimos las buenas noches, se me acercó...
-Aquí tiene mi tarjeta...si tiene algo que decirme, no dude en llamarme.

Volví al salón, nos miramos.
-¿Que has hecho? - le dije.
No hubo respuesta alguna, se levantó y dirigiéndose al mueble bar se puso un gintonic.

En ese mismo momento empezaron mis miedos.

7 comentarios:

  1. Me has pillado, lo reconozco, creí que era un relato gallego de añoranza del mar y los que trabajan en ella y al final se convierte en un relato de misterio y es que eres muy buena.

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  2. Me ha pasado lo mismo que a Jose. Ya iba yo a presumir de mar sereno, mi Mediterráneo, cuando desatas una tormenta de miedos que no entiende de mares ni de tierras.

    Un beso

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  3. Genial, una vuelta de tuerca a la historia, preciosa composición, ahora comienzan los miedos.... saludos.

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  4. Fantástico relato, amor, añoranza, miedos y misterio. Un abrazo.

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. Me ha gustado, pero cachis quiero seguir leyendo!!! me gustan los giros de 180º, me quedaré por aquí leyendo.
    Un beso

    Juanjo

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