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martes, 20 de septiembre de 2011

La niña del pañuelo rosa


Anteriormente había visto aquella carita tras el cristal de la pastelería.
Unos ojos azules bien abiertos queriendo comerse algunos de aquellos dulces con la mirada.
-Berta! –le gritó su madre – que llegamos tarde cariño, camina.
 Con una carita de pena se separó del cristal y echó a correr para alcanzar a su mamá.
Se dirigían al centro médico que hay enfrente de la pastelería, con lo que pude seguirlas con la mirada.
Su cabecita tapada con un pañuelo rosa, dejaba entrever la falta de cabello, así que supuse que iría al centro médico a poner alguna sesión de quimioterapia.
Me estremecía pensarlo, no debía tener más de cuatro años.
Seguí con mi trabajo tratando de no pensar en ella, hasta que después de unas dos horas la vi salir.
Le costaba caminar y su rostro era del color de la cera.
Mientras cruzaban la avenida preparé una pequeña bandeja con aquellos pasteles que tanto miraba antes.
Cuando salí a la puerta le hice una señal para que se acercara y se los di.
Me devolvió una sonrisa que nunca podré borrar de mi mente.
Aquella fue la última vez que la vi.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Quisiera esconderme dentro de mi misma

Quisiera esconderme dentro de mi misma y no dejar que nadie me encuentre nunca más.
En realidad estoy muerta de miedo.
Yo que daría la vida por la suya...
Yo que luché contra algún que otro demonio por salvarla a ella...
Yo que germiné en mi vientre una semilla tan hermosa y pura...
Hoy me quedo sola y con el miedo en el alma por no saber que hacer. Ya no sirve mi protección, ni mi amor, ni mi angustia por darle en todo momento lo que necesita, ya nada sirve. Hoy se ha parado el reloj. Echo la vista atrás y ya no veo nada. Aquella niña feliz se ha ido.
Quisiera esconderme dentro de mi misma y no dejar que nadie me encuentre jamás.

lunes, 25 de julio de 2011

Las manzanas de mi huerto

Aquella cesta llena de manzanas desprendía un olor que me hizo retroceder a mi niñez, cuando en casa de mi vecina jugábamos en el desván donde tenían montones de manzanas para consumir en los meses siguientes.
Hoy las manzanas de mi huerto siguen oliendo igual de bien, pero es imposible que se conserven. 
Los frutos, la gente, el clima...todo ha cambiado. 
Sin embargo, ese olor era igual que antaño. 
Por unos instantes me dejé llevar a través del tiempo.

jueves, 14 de abril de 2011

Los tonteos de Judith


Decidí después de mucho meditarlo, que aquello tenía que terminar.
No era normal que aquella historia me afectara tanto. Estaba harta de estar siempre pendiente de los problemas de los demás. Cierto es, que nunca lo había podido evitar, pero que yo me tuviera que tragar esos marrones cuando la cosa no iba conmigo, no era nada normal.
Acepto que se me pida consejo, pero no al punto de implicarme. Además quien soy yo para dar consejos a nadie, si ni yo misma me aplico esa teoría.

- Dime la verdad, -me dijo media llorosa- una amiga siempre dice la verdad aunque duela.
- No te va a gustar lo que yo opino.
- Da igual tu dímelo, ya se me pasará.
- Si, ya se que se te pasará, pero mientras yo sufro.
Le dije mi verdad, lo que opinaba y claro está no le gustó. Se puso echa una fiera y encima me dejó con la palabra en la boca y se fue.

Una semana más tarde apareció por mi tienda.
Entró con una cara de felicidad como si nada hubiera pasado.
- Hola wapísima, -me dijo- ¿qué tal va todo por aquí?
- Por aquí...
No me dejó terminar la frase. Se pasó detrás del mostrador y se tiró literalmente a mi cuello.
- Ainsss si es que no puedo vivir sin mi mejor amiga- dijo mientras me besaba tan fuerte que me hacía hasta daño.
-Para locaaa!!!!...que me haces dañooo.
- Da igual, las amigas se hacen daño a veces.
Y según lo decía, soltábamos las dos una carcajada.

Su grandísimo problema se había resuelto. Su novio, dicho sea de paso, que es un bendito, le había perdonado sus tonteos y estaban de nuevo súper enamorados.
La próxima vez que tontee con alguno de nuestros amigos, no seré yo la que le ponga los puntos sobre las ies.

sábado, 9 de abril de 2011

LA ACAMPADA

La acampada familiar estaba resultando un éxito. Nosotros dos con nuestra hija y nadie ni nada que nos distraiga de nuestros paseos por la montaña, los largos chapuzones en el lago y las comidas y cenas alrededor de la fogata. Todo perfecto.
Mientras yo preparo la comida, tú juegas con la niña. Me parece una estampa tan tierna. Mis dos amores.

-No os huele a quemado??
-Pues la comida no es- dije yo
-Mira papi, allí en el monte sale humo.
Dejé la comida a un lado fuera del fuego y me dirigí a donde estabais mirando.
-Ohhh dios mío, se está propagando un fuego y parece importante. Tenemos que recoger y marcharnos de aquí. No está muy lejos y no sabemos el alcance que pueda llegar a tener.
-Cariño probaré a llamar para pedir ayuda.
- No hay tiempo, vámonos.
Dejando mitad de nuestras cosas allí, emprendimos la retirada en dirección a la carretera principal que estaba a unos 10 kilómetros.
Estaba muy asustada, pero no quería que la niña me lo notara. Cada poco volvía la cabeza para comprobar que no había peligro. Pero la realidad era muy diferente, el fuego se estaba acelerando por las rachas de viento y venía directo a nosotros.
-Cariño no sería mejor cambiar el rumbo??-pregunté
-Ya no hay tiempo cielo, tenemos que seguir y apurar todo lo que podamos.

El calor era ya insoportable. Nos faltaba poco para llegar a donde teníamos el coche, pero las fuerzas estaban más que mermadas y el calor era tan sofocante que nos impedía casi respirar.
A unos quince metros detrás de nosotros las llamas crepitaban y amenazaban con engullirnos.

-Ahí está el coche!!!! Ya lo veo!!!
Un último esfuerzo y todo habría terminado.
Corrimos sacando nuestras últimas fuerzas y entramos al coche.
-Ahora no arranca, mierda!!!
Miré con cara de terror hacia fuera. La niña se puso a gritar. Las llamas estaban a tres metros del coche.
El calor dejó de serlo para directamente abrasar nuestra piel.
El ruido del motor nos hizo sonreír en medio de las lágrimas y el sudor.

Por fin a salvo!!!

jueves, 7 de abril de 2011

Toma mi cariño


Cuentos de hadas y realidades amargas. Esperanzas y fracasos. 
Toda una vida llena de fe en encontrar lo que nunca supe buscar.
Toda y más para darme cuenta de lo absurdo que era pensar siquiera en ello.
Ya no busco, ya no pienso, ya no tengo fe.

Pero todavía estoy viva. Aún queda esperanza de felicidad.
Quiero sentirme viva y querer a la gente que me rodea, aunque no siempre devuelven cariño.
Da igual. Yo lo doy y el que lo quiera que lo coja.
Y tú, ¿quieres cariño??

miércoles, 6 de abril de 2011

En solo un minuto

Dando uno de mis paseos al caer la tarde, me paré delante de aquel escaparate lleno de ofertas de viajes.
Necesitaba unas vacaciones.  Claro que no creía que fuera el momento oportuno, con todo lo que quedaba por hacer en la casa después de la mudanza.
Seguí caminando para no caer en la tentación de entrar en la tienda de viajes.
Al doblar la esquina, me pareció oír como unos disparos a lo lejos. Me quedé parado intentando agudizar el oído. Habían sido cinco, pero ya no se oía nada. Me disponía a seguir mi camino sin entender muy bien lo que había pasado, cuando unos gritos de mujer me sobresaltaron. Eran gritos de terror, de dolor, no se…
Corrí calle abajo y al fondo vi como empezaban a arremolinarse seis o siete personas.
-Que fueron esos gritos???
-Han disparado a la hija de Jacinta
El que me había contestado era el carnicero, que tenía su puesto justo enfrente a la casa donde se habían producido los disparos.
Empezaron a sonar sirenas a lo lejos. Al rato aparecían tres coches patrulla y una ambulancia.
-Por lo visto aún está viva - dijo el carnicero acercándose a mi hombro.
Al marido de la joven lo habían visto salir corriendo hacia la zona de los maizales, allí le perdieron la pista.
Medio pueblo estaba siendo peinado por la policia y algunas patrullas de la guardia civil.

No pasaron ni  tres horas cuando encontraron su cuerpo colgado en un pino en el pinar de Sotogrande.
La muchacha gracias a dios pudo sobrevivir, aunque la vida se le encogió aquel día.
Sola para criar a cuatro criaturas y con el presente  truncado por un minuto de furia de quien era el amor de su vida.


sábado, 2 de abril de 2011

Pocima para enamorar

Encontré aquel viejo libro del que tanto me había hablado mi abuelo. Estaba en el desván debajo de un montón de trastos inútiles.

Mi abuelo siempre me contaba que mi bisabuela tenía ciertos poderes curativos... y allí estaba, el viejo diario con todas sus pócimas sanadoras.

Ojeando algunas páginas del viejo manuscrito, llegué a una pócima que me sorprendió sobremanera.
Era una auténtica receta de amor.  Me detuve un buen rato leyendo, y quedé totalmente fascinada.

POCIMA PARA ENAMORAR
UTENSILLOS:
-olla de hierro tipo caldero,
-cucharón de madera para revolver,
-leña y fósforos.

INGREDIENTES:
-Un cabello y una gota de sangre del ser amado;
-Una lágrima derramada por su amor, (o sea, para que la poción surja efecto se debe demostrar que es un amor verdadero, sino no funciona)
-semillas de anís, (despertar síquico)
-hojas de eucalipto y gotas de limón (para aliviar el dolor de cabeza que le vamos a generar)
-gardenia y lavanda (para la traer paz)
-sándalo (para aliviar el estrés)
-violetas (para la paciencia)
-incienso (para aprender a pensar antes de hablar)
-jazmín, patchouli, rosa, vainilla, cedro y romero (afrodisíacos para la pasión)
-fresa, gardenia, lila, rosa, mas vainilla, mas jazmín, mas limón, mas lavanda. (para el amor!)
-mirra, (para que no se olvide de los detalles)
-manzana y naranja (para la felicidad)
-miel, canela y mucha azúcar (para la reponer energías)
-algodón (para la suavidad, la ternura)
-un audífono (para escuchar)
-un diccionario (para entender)
-mariposas, estrellas de mar, caracolas, perlas, luciérnagas (para la magia)

No sé si probarlo. Aunque por qué no, tal vez funcione.
Voy a por la olla.

sábado, 26 de marzo de 2011

Puta...no

Odio profundamente mi vida actual. Odio a los hombres que se creen que por un puñado de billetes tienen derecho a cualquier cosa, incluso a humillarme.
Si ellos supieran...
Si mi familia supiera a lo que me estoy dedicando para subsistir, se horrorizarían. Aquí estoy paseando mis tacones arriba y abajo en busca de unos billetes que me permitan pagar las facturas.
Hace solo tres meses que llegué a este país con una buena oferta de trabajo y cual fue mi gran desilusión al ver que todo era falso y que encima se habían quedado con mi pasaporte. Primero pensé en denunciar a las autoridades, pero las amenazas y los malos tratos no se hicieron esperar. Me obligan a trabajar tres años para ellos y me darán el pasaporte.
No tengo muchas escapatorias así que aquí estoy esperando a mis clientes.
Solo deseo que mi familia no se entere nunca de esto. Ni mi novio, al que engaño a duras penas y doliéndome el alma, diciéndole que trabajo como modelo de pasarela y que me voy defendiendo en este país.
Le digo cuanto le amo y a decir verdad, cada vez que estoy con un cliente pienso que el es el que me abraza. Me imagino que así no le soy infiel.
Infiel, que palabra más horrible. Jamás le he sido infiel, por muchos hombres que hayan pasado por mi cama.
Solo espero que esto termine pronto y poder volver a casa con mi gente.
Prometo no tener nunca más ansias de triunfo. Me conformaré con lo que antes tenía y ahora tanto añoro.
Quizás me case con mi novio y trabaje en la empresa de papá como hacía antes.
Malditas lágrimas...
-Hola wapa...cuanto?

lunes, 21 de marzo de 2011

Desde el embarcadero


Sentir la lluvia en mi rostro...sus gotas resbalando por mis mejillas disimulaba mis lágrimas. Tenía ganas de gritar.

Teníamos pendiente una cena romántica y tú no dabas señales de vida.
 No sé por que demonios tuviste que salir a navegar con esta tormenta. Me estaba asustando al ver como corría el tiempo en el reloj.

La cena ya hacía dos horas que estaba fría. Yo preferí esperarte en el embarcadero a pesar de la fuerte lluvia... ya que más daba, estaba calada hasta los huesos pero era lo de menos, quería tener el horizonte ante mis ojos por si te veía llegar.
Pero el tiempo me consumía y tú no aparecías. Me estaba volviendo loca.
A lo lejos divisé una pequeña luz...mi corazón se tornó lleno de esperanza. Tal vez me había  preocupado excesivamente y volvías tranquilo a casa.
La luz cada vez se hacía más visible y más grande.
¡OH Dios mío! Era la patrullera. Algo había sucedido.
Cuando llegó al embarcadero lo primero que vi fue tu cara, estabas pálido pero vivo, eso era todo lo que me importaba, por fin.
Bajaste despacio y me abrazaste como nunca antes lo habías hecho.
-¿Que ha pasado amor?
- Vamos a casa estás empapada.
Mientras caminábamos hacia la casa pude notar que cojeaba ligeramente.
-¿Que ha pasado?
-Un golpe de mar partió el barco, por suerte pude pedir ayuda antes de que se hundiera. No dejaba de pensar en ti cariño, tenía miedo de no volver a verte -dijo llorando.
-Tranquilo, estoy aquí a tu lado. Vamos donde la chimenea y sequemos la ropa.
Nos quitamos la ropa mojada y enseguida sentimos el calor del fuego. Nos abrazamos y nos besamos como si nos fuera la vida en ello y cayendo sobre la alfombra nos hicimos el amor hasta quedar exhaustos.

Sonó el timbre de la puerta, me levanté, me puse una bata y fui a abrir.
-Vaya inspector...que le trae por aquí? Pase por favor, que viene empapado.
-Gracias, quisiera hablar con su esposo si puede ser.
Le hice pasar al salón previo aviso a mi marido de que se tapara claro.
-Señor acabo de saber por los de la patrullera que han tenido que socorrerle. Me podría decir cual fue la causa de que saliera a navegar entrada la noche y con esta tormenta?

-Por nada especial...me apetecía dar una vuelta en el barco.
Mirando hacía el otro lado de la estancia, vio que la mesa seguía puesta con las velas casi consumidas del todo.
-Por que viene a mi casa en plena noche y me hace esas preguntas inspector??
-Alguien que faenaba mar adentro vio una embarcación un tanto sospechosa y decidió acercarse con las luces apagadas... a una cierta distancia pudieron ver como un hombre se deshacía de algo que parecía un cuerpo y como desde ayer falta de su casa la hija del cartero.... pues comprenderá que es mi misión investigarlo todo.
-Pero inspector,- dije yo- mi marido no tiene nada que ver con eso. -Mientras decía esa frase sin saber muy bien por que tenía yo que decir eso, le miré y vi en los ojos de mi esposo miedo.
Creo que si estaba ocultando algo. A mi también me había sorprendido aquella salida y el que me hiciera preparar mientras una cena romántica...como para tenerme ocupada quizás.
-Bueno no les molesto más...ya nos veremos señor.
Y dando media vuelta, el inspector se dirigió a la puerta.
Le acompañé, y cuando nos dimos las buenas noches, se me acercó...
-Aquí tiene mi tarjeta...si tiene algo que decirme, no dude en llamarme.

Volví al salón, nos miramos.
-¿Que has hecho? - le dije.
No hubo respuesta alguna, se levantó y dirigiéndose al mueble bar se puso un gintonic.

En ese mismo momento empezaron mis miedos.

lunes, 14 de marzo de 2011

El caos


Un auténtico drama. Tenía tantos proyectos en mente, pero todo se esfumaba en un segundo. 
Lo único que veía a mí alrededor era desolación y muerte. Algunos supervivientes caminaban sin rumbo, sin tener a donde dirigirse. Vi a una mujer mayor con la mirada perdida, sus ojos reflejaban el miedo. Me acerqué para ayudarla y me miró agradecida.
-He perdido a mis nietos - me dijo
-Tranquila, seguro que están bien y que pronto se reunirán con usted.
Un hilo de esperanza se despertaba en ella.
-¿De verdad cree que han sobrevivido a esto?
Asentí con la cabeza sin atreverme a pronunciar palabra.
La llevé al pabellón donde estaban todos los demás afortunados que no habían perdido la vida. Me despedí de ella con un abrazo para transmitirle un poco de calidez humana, a continuación salí de nuevo para ayudar a más gente que estaban en la misma situación.
Ver aquel panorama era completamente dantesco. Muerte, destrucción, desolación...
No iba a ser fácil reconstruir todo lo que se había derrumbado, pero mucho más difícil sería reconstruir el corazón de tantas personas que dejaban debajo de aquellos escombros a sus seres queridos, padres, hijos, hermanos... eran tantos los muertos.

miércoles, 9 de marzo de 2011

No es fácil

Desnudar el alma no es fácil. 
Sentir como el peso de una amistad se ha aligerado del todo, duele. 
Tratar de sobrellevar dignamente ciertos dolores, es complicado.
Perdonar a quién te hace daño, es difícil.
Entender por que te hacen daño, es imposible.
Con lo que cuesta quitarse la coraza y cuando vas y lo consigues...zasss, vuelta a empezar.
Desnudar el alma no es fácil.

lunes, 28 de febrero de 2011

La alfombra roja

Ahí estaba yo, si señor, en la alfombra roja del brazo de mi chorbo. ¡Con un par!
El con carita de bobo y yo con mi sugerente vestido transparente.
Ahora toca sonreír, casi me ciegan los flashes.
Que sensación tan maravillosa pasar de una choni de barrio a megaestrella de Holliwood. Quien me lo iba a decir.
Ayyy abuela si pudieras verme ahora!! Si vieras que fina me he vuelto jajaja, por cierto estos tacones de aguja me están matando.
Uepaaaaa, menudo tropezón!!
Esto sale en portada seguro, que mala pata la mía. 
Si no llega a ser por Pepe, me mato.
Dientes, dientes, que no ha sido nada. Mi madre siempre me dice que hablen bien o que hablen mal, pero el caso es que hablen, así que si salgo en portada con cara de "quemelapegoleches", que más da.
Alguna otra ha trabajado partiéndose el lomo y no saldrá ni en las necrológicas.
Que importante que soy. Como me aclaman.
- Palomita te has vuelto a quedar dormida.
- Por Dios Pepe, no me sueltes que me la pego.

viernes, 25 de febrero de 2011

Sombras


Me está dando miedo vivir en mi propia casa, ni te imaginas por lo que estoy pasando.
Ayer mismo, no paraba de ver sombras en el pasillo y cuando me iba a meter a la ducha, se abrió el grifo así sin más. Es una sensación bastante inquietante. Se que no estoy sola y me da pánico.
 El otro día desperté con la sensación de que alguien me estaba acariciando el cuello, uffff sentí un sudor frío recorrerme la espalda, me asusté pero me gustó. Y para colmo, creo que incluso manejan mis sueños ya que llevo ya tiempo soñando lo mismo. Sueño con un hombre que llega a mi puerta llorando, trae a una niña pequeña de la mano, les invito a pasar y se quedan para siempre conmigo, él como mi marido y la niña como mi hija. Después de soñar con ellos, me despierto con una sensación de paz increíble. Incluso últimamente estoy deseando irme a dormir para soñar con ellos.
¿Me estaré volviendo loca?

jueves, 24 de febrero de 2011

Olvidada en aquel barranco

Pasaron cuatro o cinco horas y seguía todavía aturdida.
El golpe en la cabeza parecía serio, aunque no estaba muy segura. Traté de moverme y mi pierna derecha no respondía. No sentía dolor en ella, en realidad no sentía nada.
Estaba empezando a ser consciente de lo que había pasado. Aquel amasijo de hierros retorcidos aprisionándome. Pero tanto tiempo sin que nadie se de cuenta de que estoy aquí...
Era el resultado de la vida tan solitaria que llevaba. Nadie me echaría de menos. Y para colmo de males, el coche estaba en una zona poco visible y transitada.
Empecé a pensar que tal vez nadie diera conmigo y aquel sería mi lento y agónico final... pero mejor pensar en algo positivo. ¿Positivo? Que podía haber de positivo en todo lo que me estaba pasando!!
Sentí pasar un coche. No se detuvo.
Casi caía ya la noche. Empecé a sentir miedo.
Cuantas horas llevaría allí??
A lo lejos sentí el sonido de un móvil. No sabía lo lejos que estaba, pero era mi móvil. Reconocía la música.
No sonaba dentro del coche, ni yo podía moverme, así que mi desesperación y mi impotencia crecieron desmesuradamente.
Las lágrimas rodaban por mi cara, las sentía frías.
Otro coche, parece que este viene más despacio.
Definitivamente hoy no es mi día de suerte.
No era una noche  clara, hacía frío y mis miedos parecían entumecerse.
Cerraré los ojos.

(Fallece una joven al caer su coche por un barranco. Fuentes policiales aseguran que la joven podía llevar muerta unos doce días)

martes, 22 de febrero de 2011

Si digo no...es no


Traté de sacudírmelo de encima, pero no pude.
Su volumen y su peso me estaban ahogando. Ya no podría resistir mucho más.
Dejé de resistirme y me concentré en mi bolsillo interior, ahí estaba...
Mientras notaba su asqueroso aliento en mi cuello y sus manos se afanaban en arrancarme la ropa interior, saqué aquel pequeño artilugio de mi bolsillo.
No estaba muy segura de que fuese a funcionar, pero ya no me quedaban más recursos.
El pataleo y los gritos no habían funcionado, así que vacié frente a su cara aquel bote.
Ahora era él el que gritaba levantándose por fin y dejándome libre.
- Zorra!!! Que me has hecho?? No veoooo!!!!!
Funcionó.
No sabía cuanto podía durar el efecto así que mejor salir corriendo.
Me levanté y antes de irme quise ponerle el punto a la i.
Con todas las fuerzas de que fui capaz, impacté mi pie contra su entrepierna, sintiendo un enorme placer al oír su ahogado grito lleno de dolor.
Dejé de sentir miedo para disfrutar con su dolor... aun así corrí calle abajo.

viernes, 4 de febrero de 2011

Aqui me tienes


Creías que mi amistad era solo para lo bueno... pues nooo, aquí me tienes.

También se escuchar, se dar aliento, se que un amigo vale un tesoro y aquí me tienes.

Tengo hombro en el que puedes arrimarte y llorar si lo necesitas, tengo mis propias lágrimas si las quieres.

Si veo la oportunidad puedo incluso arrancarte alguna sonrisa, o podemos reírnos de nosotros mismos.

Aquí me tienes aunque sea en silencio, sabremos entender ese silencio y darle forma.

No quiero tener muchos amigos...quiero tener buenos amigos como tu.

Quiero levantarte cuando caigas o curarte alguna herida cuando más duela.

Con cambiar una sola lágrima de tu vida en una sonrisa ya habrá valido la pena.

Así que ya sabes...
Aquí me tienes.

viernes, 28 de enero de 2011

Solo amor

Querías arañar una respuesta positiva a tus proposiciones, aun sabiendo que me harían daño.
Si tú supieras...
A veces da miedo confesar, y más sabiendo que no queremos lo mismo.
Tanto tiempo dentro de mi corazón... demasiado tiempo.
Cuanto se complica el amor cuando no es compartido de la misma manera.
Se que si consiguieras ver dentro de mi solo unos segundos, te darías cuenta que el mío no es un amor cualquiera, no es un amor para burlarse de el. Es puro y enorme, tan enorme que me duele tenerlo dentro y no poder darle salida.
No solo es deseo, es mucho más que eso.
Es algo difícil de definir, porque no hay palabras lo suficientemente bonitas, como si definir algo tan hermoso fuera un sacrilegio al propio amor.
No se... solo son divagaciones.
Solo es amor.

domingo, 23 de enero de 2011

Morir al lado de mi amor

Cerca de los acantilados vi a una pareja mayor en lo alto. Me quedé mirando con el corazón encogido, porque me parecía que estaban demasiado cerca de la orilla y temí que alguno de ellos se cayera.
Estaba muy lejos todavía de ellos así que aceleré el paso todo lo que pude para prevenirles.
Cuando apenas estaba a unos trescientos metros, les vi besarse y fundirse en un tierno abrazo.

Aquel beso se lo daban con tal pasión que me hizo estremecer.
Sin dejar de abrazarse... se dejaron caer.
No!!!!
Mi grito no sirvió de nada, ya era demasiado tarde.
No me atreví a mirar y me dejé caer de rodillas.
No podía ser cierto. Sentí un vacío enorme y muchas ganas de gritar.
Cuando por fin me levanté y miré, sus cuerpos ya se los había llevado el mar.
Entonces empecé a pensar que les podía haber llevado a morir juntos de esa manera.

Después de avisar a la policía de lo que había visto y habiendo pasado dos semanas de aquel suceso, aparecieron los cuerpos en la playa.
Supe más tarde por la prensa que los ancianos iban a ser realojados en distintas residencias, debido a un nuevo plan urbanístico de la zona donde tenían su casa.
Por tanto entendí aquel final.
Preferían morir juntos, a vivir separados.

sábado, 8 de enero de 2011

El reencuentro

Salí a la calle y mi cuerpo se estremeció con el frío.
Subí la capucha y caminé con paso firme entre aquel gentío que había en la plaza.
-Ana!!
Me giré y allí estabas tu, mirándome como si hubieras visto a la mismísima reina. Incluso me entró la risa cuando al hablarte yo, seguías embobado mirándome.
-Te invito a algo calentito, que me estoy helando.- me decías mientras me agarrabas por la cintura.

Entramos en la primera cafetería que vimos abierta y pedimos dos cafés.
-Cuanto hace que no nos vemos Ana?
-Por lo menos seis meses ya
-Llevo buscándote todo este tiempo, no sabía como dar contigo. Cambiaste de número de teléfono¿?
-Si, he tenido que cambiarlo Rober, me robaron el bolso con el móvil y con el los números. Por eso no he podido llamarte para darte mi nuevo número.
Nos quedamos un rato en silencio, observándonos...una sonrisa se dibujó en nuestra cara y casi como por el efecto de un imán, te acercaste a mi y tus labios se posaron en los míos, suavemente, sin prisas por querer dejarme, como una caricia que deseaba tanto como tu.
Terminado el café salimos de nuevo al frío.
-Vivo cerca del puerto, ven conmigo.
Me dejé llevar, le había echado tanto de menos.
Al entrar en su casa se sentía el calorcito de la chimenea encendida...me acerqué al fuego quitándome el abrigo y dejando ver mi espalda en aquel vestido tan sugerente.
Fue casi como una provocación para él y no tardó en aparecer detrás de mi.
El beso en la nuca me estremeció pero eso no le impidió seguir besándome suavemente. Descolgó de mis hombros el vestido, que calló lentamente al suelo.
Abrazándome desde atrás, sus manos recorrían mis pechos, me estaba poniendo a mil, traté de darme la vuelta para besarle pero no me dejó, me revolví de nuevo y también fue en vano.
-Quédate así, cuando te saboree toda por detrás te dejaré dar la vuelta. Volví a estremecerme de placer cuando una de sus manos bajó hasta mi entrepierna.
Suspiré de placer, me dejé hacer sintiendo intensamente su aliento y ...

Oímos cerrarse una puerta y su cuerpo se tensó.
-Cariño ya estoy en casa.

domingo, 2 de enero de 2011

Mis abuelos


Recuerdo todavía algunos episodios como cuando me empeñé en llevarme a mi casa un montón de hueveras de plástico que tenía mi abuela en el corral. Mi hermano me decia que de eso nada que dejara todo eso allí. Y yo como era una niña  un poquito lloricas (eso solo de pequeñita ehhh), pues empecé a llorar como solo yo sabía hacerlo para conseguir lo que quería, osea todo lo alto que se podia pero sin derramar ni una lágrima.
Cansado ya mi abuelo de oirme me dice:
-Por que choras Montserraiña???
_Por nadaaa -llorisqueaba yo
-Pois espera que vas chorar por algo.
Y salió detrás de mi con el bastón en alto.
Puede parecer que no me queria mucho, pero era todo lo contrario, me adoraba.
Recuerdo cuando lo iba a buscar a mitad del camino cuando venia en el autobús, no había día que no me trajera una chocolatina.
O cuando me llamaba churriña y yo le decia:
-Abuelo no me llames churriña que yo no soy una gallina.
Yo tenía solo cinco años cuando mi abuelo murió.
Que especiales son los abuelos.
Unos años más tarde mi abuela que se quedó en una silla de ruedas se vino a vivir a mi casa y esos años compartidos con ella, fueron inolvidables para mi.
Si tuviera que describir a mi abuela, ufff no se si podría, porque no hay palabras lo suficientemente bonitas como para describirla a ella. Era la mejor persona que he conocido nunca.