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sábado, 27 de noviembre de 2010

La mano

Salí a dar un paseo por el campo, a pesar del frío tenía ganas de relajarme en plena naturaleza.
Hoy no había tenido una buena mañana en el trabajo y tenía que desconectar como fuera. Así que, camara en ristre, me aventuré a sacar unas fotos.
En un gran campo había ovejas y me acerqué a retratarlas. Cuando estaba a pocos metros, pude comprobar que una de ellas estaba pariendo. Ohhhh, eso no me lo quiero perder, así que ahi estaba yo contemplando maravillado como nacia una vida... dos vidas. Dos preciosos corderitos.

Cuando a la hora de cenar volví a casa, pensé que cuando le dijera a mi hijo David lo que había visto en el campo y le enseñara las fotos, iba a flipar, como el decía. Colgué mi abrigo en el perchero de la entrada y vi a mi mujer poniendo la mesa en el salón.
Le dije hola, pero ni me miró. Y a esta que le pasará ahora? pensé.
Mi hijo estaba sentado en el sofá viendo los dibujos. Me acerqué a él y le di un beso en la frente.
-Hola papi.-me dijo sin apartar la vista de la tele.
Rebeca, mi mujer, estaba en la cocina dando los últimos toques a la cena. Me acerqué a ella para besarla y de paso averiguar que le pasaba para no saludar.
-Hola cielo.- dije mientras acercaba mi boca a la suya.
Me quedé de una pieza cuando su cara se giró para evitar que la besara.
-Que te pasa conmigo? .- pregunté casi receloso de saber.
-Ya hablaremos .- fué su única respuesta.
Cenamos con un grado de tensión bastante cortante, solo roto por la historia de los corderitos que le conté a David, el cual me escuchaba maravillado sin ni siquiera pestañear.
Una vez que cenamos y David se fué a la cama, volví a preguntar cual era el problema causa de tanto enfado.
-Llegó esta tarde un paquete.- me dijo señalando encima del aparador.
Estaba envuelto en un papel un tanto raro y olía un poco mal.
Abrí la caja y el olor se intensificó de tal manera que retrocedí un paso para atrás.
-Que demonios!!!!
-Creo que me tienes que dar una explicación.-dijo mi mujer con angustia mientras alguna lágrima corría por su rostro.
-Yo no sé que significa esto te lo juro.
-Como no vas a saber nada.- me dijo al borde de la histeria- nadie recibe en un paquete una mano en descomposición.
Sentía un sudor frío por el cuerpo. No tenía ni idea de lo que aquello significaba, así que decidí llamar a la policia.
Mi mujer al ver mi iniciativa se tranquilizó, supongo que la pobre estaría elucubrando sobre si yo sería un psicópata asesino o sabe dios que...
Una patrulla se personó en mi casa. Después de observar el contenido de la caja, me preguntaron que si estábamos de broma o que pasaba.
Abrí los ojos como platos cuando me explicaron que aquella mano era de plástico.
Sonó el timbre y mi mujer fué hacia la puerta. Era mi hermano Juan.
-Hola .- dijo sorprendido por ver allí a la policia.-Ahhh ya veo que ha llegado la caja.
Cuando nos dió la respuesta a todas nuestras preguntas me dieron ganas de abofetearle, pero no pude más que soltar una carcajada.
Mi hermano era el encargado de los efectos especiales de una película de muertos vivientes y aquella mano mal oliente era la obra de arte de uno de sus amigos que le enviaba desde Londres. Como solo venía con los apellidos mi mujer dedujo que era mia y bueno, el resto ya lo saben.

12 comentarios:

  1. No todas la sorpresas son agradables. Muy bueno. Un abrazo.

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  2. Precioso el relato,pero lo habro yo y acaba conmigo del susto,que sangre fria la de esa señora..
    Un beso

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  3. Y es que siempre hay un familiar dispuesto a echarte una mano.
    Muy bueno, un beso

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  4. Gracias Sheol, un abrazo y que nadie te dé ninguna sorpresa desagradable.

    Gracias Jose Manuel, las chicas siempre somos más fuertes para esas cosas jajaja. Que conste que yo llamaría a la poli sin esperar por mi marido, ni que se acabara de acostar el niño. Besos

    Gracias Jose Antonio, te echo una mano???? jejeje.
    Besos

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  5. Menuda imaginación tienes jajaja Muy buena la historia, y la manera en que la has contado, haciéndola parecer tan real.

    Un beso, y feliz semana!

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  6. La imaginación tendría que gastarla en otras cosas jajajaja, pero bueno...
    Un besote zarzal, feliz semana también para ti

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  7. podía haber avisado el hermano, sobre el envío, no??
    muy lindo relato.
    kisses

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  8. Gracias Mónica, alguna sorpresilla de vez en cuando no viene mal jajaja.
    kissess

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  9. Tamaña sorpresota ¡Una mano descompuesta! Bueno, al menos no tiene ojos verdes, je je je.

    Abrazos.

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  10. jajajjaa no te creas que me olvidé Antony jajaja. Un abrazo wapo

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  11. Has llegado a intrigarme, buen relato y buen final, ¡menos mal!

    Besosssss.

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  12. Me alegra que te haya gustado Aniki.Besosss

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